Un concepto esencial en el uso de antimicrobianos es el de toxicidad selectiva, es decir, la posibilidad de inhibir el crecimiento o destruir los gérmenes a concentraciones tolerables para el huésped.
Los antimicrobianos más valiosos son aquellos cuya acción se ejerce sobre estructuras o funciones biosintéticas únicas a los microorganismos.
Una consideración fundamental en la indicación de antimicrobianos es la propiedad de su prescripción. El uso indiscriminado expone a:
- Gastos innecesarios (a veces cuantiosos)
- Posibilidad de efectos indeseables del tratamiento
- La aparición de cepas resistentes en la comunidad (acelera la aparición)
Causas de prescripción inadecuada
- Infecciones virales respiratorias (por ej. bronquitis agudas), que si bien pueden complicarse de sobreinfección bacteriana, lo hacen en una minoría. En estos casos la aparición de discreta cantidad de secreción purulenta no es una consideración válida (la gente lo describe como que “madura el resfriado”), pues es un hecho frecuente antes de la mejoría, y no debe considerarse una complicación, a menos que la evolución sea progresiva.
- Indicación de antimicrobianos sin tratar de identificar el agente etiológico, sobre todo en infecciones de etiología incierta, o en casos de fiebre de origen oscuro.
Tratamiento Antimicrobiano Indicado
Cuando se considera que el tratamiento antimicrobiano está indicado, deben tenerse en cuenta una serie de consideraciones:
1. La elección del tratamiento empírico inicial
2. La identificación del organismo infectante
3. Determinación de la sensibilidad del germen
4. El sitio de la infección y ciertas cualidades de los gérmenes implicados
5. Estado del paciente y naturaleza de la infección
6. Antibióticos y embarazo
7. Antibióticos en el adulto mayor
8. Duración del tratamiento y dosis
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